Venta de facturas: cómo obtener liquidez inmediata para tu empresa

Home » Factoring » Venta de facturas: cómo obtener liquidez inmediata para tu empresa

Venta de facturas cómo obtener liquidez inmediata para tu empresa


La falta de liquidez es uno de los grandes retos a los que se enfrentan pymes y autónomos en su día a día. Aunque un negocio sea rentable y facture de manera constante, muchas veces se ve obligado a esperar entre 30 y 90 días —o incluso más— para cobrar sus facturas. Durante ese tiempo, los gastos corrientes siguen corriendo: proveedores, nóminas, impuestos y nuevas inversiones que no pueden esperar.

Para dar solución a este problema surge la financiación con la venta de facturas, también conocida como factoring, una alternativa ágil y flexible que permite a las empresas transformar sus facturas pendientes de cobro en liquidez inmediata. En este artículo veremos cómo funciona, cuáles son sus ventajas y en qué situaciones resulta especialmente recomendable.

¿Qué es la financiación con la venta de facturas?

La financiación con la venta de facturas consiste en ceder los derechos de cobro de una factura a una entidad financiera o empresa especializada en factoring. A cambio, la empresa recibe de forma anticipada un porcentaje del importe total, lo que le permite disponer del dinero sin esperar al vencimiento.

Este tipo de financiación no es un préstamo, ya que la garantía principal es la propia factura. Por ello, se convierte en una opción muy interesante para empresas que no quieren aumentar su nivel de endeudamiento ni aportar avales personales.

Cómo funciona la venta de facturas paso a paso

El proceso es sencillo y suele completarse en pocos días:

  • 1. Emisión de la factura: la empresa emite una factura a un cliente con pago aplazado.
  • 2. Cesión de la factura: la factura se cede a la entidad financiera o de factoring.
  • 3. Anticipo del importe: la entidad adelanta entre el 80% y el 90% de su valor.
  • 4. Cobro al cliente: llegado el vencimiento, el cliente paga directamente a la entidad de factoring.
  • 5. Liquidación final: la entidad entrega el importe restante a la empresa, descontando comisiones y gastos.

De esta forma, la compañía obtiene liquidez casi inmediata y puede continuar operando con normalidad.

Ventajas de financiarse con la venta de facturas

Optar por la venta de facturas como herramienta de financiación aporta múltiples beneficios:

1. Liquidez inmediata

Permite transformar facturas pendientes en dinero disponible al momento, sin tener que esperar al vencimiento.

2. Mejora del flujo de caja

Con más liquidez, las empresas pueden afrontar pagos corrientes, aprovechar descuentos por pronto pago o invertir en nuevas oportunidades de negocio.

3. Acceso sin avales personales

La propia factura actúa como garantía, por lo que normalmente no es necesario que el empresario o los socios aporten avales personales.

4. Reducción del riesgo de impago

En la modalidad de factoring sin recurso, el riesgo de que el cliente no pague recae en la entidad financiera, no en la empresa que cedió la factura.

5. Flexibilidad en el uso

No es necesario vender todas las facturas: cada empresa decide qué facturas ceder y en qué momento, adaptando la financiación a sus necesidades de liquidez.

Inconvenientes a tener en cuenta

Aunque es una herramienta muy útil, también tiene aspectos a valorar:

  • Coste financiero: las comisiones pueden ser más altas que en un préstamo bancario tradicional.
  • Dependencia de la solvencia del cliente: la aprobación depende en gran medida de la capacidad de pago del deudor de la factura.
  • Notificación al cliente: en algunos casos, el cliente es informado de que la factura ha sido cedida, lo que puede influir en la relación comercial.

¿Cuándo conviene utilizar la venta de facturas?

Este tipo de financiación resulta especialmente recomendable en situaciones como:

  • Empresas con plazos de cobro largos: pymes que venden a grandes compañías o a la Administración Pública, donde los plazos de pago suelen superar los 60 días.
  • Negocios en crecimiento: empresas que necesitan liquidez para atender nuevos pedidos o ampliar operaciones.
  • Autónomos con gastos recurrentes: profesionales que requieren cubrir gastos inmediatos sin esperar al cobro de sus clientes.
  • Diversificación del riesgo: compañías que trabajan con nuevos clientes y quieren reducir la exposición a posibles impagos.

Comparativa con otras formas de financiación

  • Préstamos bancarios: requieren garantías adicionales, análisis más exhaustivos y mayor tiempo de concesión.
  • Líneas de crédito: ofrecen flexibilidad, pero suponen costes fijos incluso cuando no se utilizan.
  • Confirming: orientado al pago a proveedores, mientras que la venta de facturas se centra en el cobro de clientes.

La venta de facturas destaca por su rapidez y por no incrementar el nivel de endeudamiento de la empresa.


La venta de facturas es una solución de financiación cada vez más utilizada por pymes y autónomos que buscan liquidez inmediata sin aumentar su endeudamiento. Su rapidez, flexibilidad y la posibilidad de mejorar el flujo de caja la convierten en una alternativa muy atractiva frente a los préstamos o líneas de crédito tradicionales.

En un entorno empresarial en el que los plazos de pago se alargan y la competencia exige respuestas rápidas, contar con este tipo de herramientas puede marcar la diferencia entre limitar el crecimiento o aprovechar nuevas oportunidades.

Preguntas frecuentes sobre la financiación con la venta de facturas

¿Qué porcentaje se recibe al vender una factura?

Generalmente entre el 80% y el 90% del valor de la factura, el resto se liquida una vez que el cliente paga.

¿Es obligatorio ceder todas las facturas de una empresa?

No. Cada negocio puede decidir qué facturas vender y en qué momento.

¿Qué pasa si el cliente no paga la factura?

Depende de la modalidad contratada: - En factoring con recurso, la empresa debe responder del impago. - En factoring sin recurso, el riesgo lo asume la entidad financiera.

¿Qué empresas pueden beneficiarse de este sistema?

Principalmente pymes y autónomos que facturan a clientes solventes y con plazos de pago largos.

¿Aparece en la CIRBE?

En la mayoría de los casos no computa en CIRBE, lo que permite acceder a financiación sin aumentar el riesgo bancario.