Por qué cada vez más pymes apuestan por la financiación alternativa

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Por qué cada vez más pymes apuestan por la financiación alternativa


La financiación es uno de los pilares del crecimiento de cualquier empresa. Sin embargo, en los últimos años, cada vez más pymes en España están dejando de depender exclusivamente de los bancos y están apostando por financiación alternativa para cubrir sus necesidades de liquidez. Esta tendencia no es casualidad: responde a cambios en el entorno económico, en el comportamiento de las entidades financieras y en las propias empresas.

El contexto: dificultad de acceso al crédito bancario

Tradicionalmente, el banco ha sido la primera y a veces la única opción para financiarse. Sin embargo, tras la crisis financiera de 2008, muchas entidades endurecieron sus criterios de concesión de crédito.

  • Mayor exigencia de garantías. Los bancos piden más avales y garantías personales, algo que muchas pymes no pueden aportar.
  • Procesos lentos y burocráticos. La aprobación de un préstamo puede tardar semanas o incluso meses, lo que limita la capacidad de reacción de las empresas.
  • Restricciones sectoriales. Algunas actividades consideradas de riesgo tienen dificultades para conseguir financiación tradicional.

Ante esta situación, las pymes han empezado a buscar soluciones más flexibles y rápidas.

Qué es la financiación alternativa

La financiación alternativa engloba todos aquellos productos financieros que no provienen de la banca tradicional. Puede ser ofrecida por entidades privadas, plataformas fintech o incluso inversores. Algunos ejemplos son:

  • Factoring y anticipo de facturas. Permiten convertir facturas pendientes de cobro en liquidez inmediata.
  • Descuento de pagarés. Adelanta el importe de un pagaré antes de su vencimiento.
  • Crowdlending. Financiación colectiva a través de plataformas online.
  • Renting y leasing. Alternativas para financiar equipos o vehículos sin descapitalizarse.
  • Private debt. Préstamos directos de fondos de inversión a empresas.

Estas opciones están diseñadas para adaptarse mejor a las necesidades de cada negocio, ofreciendo soluciones personalizadas.

Ventajas que impulsan su crecimiento

Cada vez más pymes eligen financiación alternativa por beneficios que van más allá del acceso al crédito:

1. Rapidez en la obtención de fondos

Los procesos son ágiles y 100% digitales en la mayoría de los casos. Una solicitud de factoring puede resolverse en 24-48 horas, algo impensable en un banco.

2. Flexibilidad en los requisitos

La financiación alternativa suele basarse en la calidad de los documentos comerciales (facturas, pagarés) más que en el historial crediticio del solicitante, lo que abre la puerta a empresas jóvenes o con poca trayectoria bancaria.

3. No compromete la capacidad de endeudamiento

Productos como el factoring no se contabilizan como deuda en el balance, mejorando el rating financiero de la empresa.

4. Adaptación a las necesidades de tesorería

La pyme puede decidir qué facturas o pagarés anticipar, sin necesidad de solicitar una línea de crédito global.

5. Diversificación de fuentes de financiación

Depender de un solo banco puede ser arriesgado. Al sumar financiación alternativa, las empresas reducen su exposición y ganan independencia.

Ejemplos de uso en pymes

Imagina una empresa de distribución que tiene que pagar a sus proveedores en 30 días, pero sus clientes pagan a 90. Adelantar esas facturas mediante factoring le permite mantener su flujo de caja positivo sin tener que solicitar un préstamo.

O un taller mecánico que recibe un gran pedido y necesita comprar piezas. En lugar de inmovilizar capital, recurre a un renting de maquinaria y a un descuento de pagarés para financiar la operación sin tensionar su tesorería.

Perspectiva de futuro

Según datos de la Asociación Española de Financiación Alternativa, este mercado ha crecido de forma sostenida en los últimos años y se espera que continúe al alza. La digitalización, la profesionalización de las fintech y el interés de los inversores en ofrecer capital a empresas suponen un impulso adicional.


La financiación alternativa ha dejado de ser una solución puntual para convertirse en un complemento estratégico para muchas pymes. La rapidez, flexibilidad y personalización que ofrece encajan perfectamente con un entorno empresarial cada vez más dinámico y exigente.

Para las empresas que buscan crecer sin depender exclusivamente de la banca, explorar estas soluciones es una decisión inteligente que puede marcar la diferencia en su competitividad.

Preguntas frecuentes sobre financiación alternativa para pymes

¿Qué diferencia hay entre financiación bancaria y financiación alternativa?

La financiación bancaria proviene de entidades tradicionales y suele implicar préstamos o líneas de crédito. La financiación alternativa incluye soluciones como factoring, descuento de pagarés, crowdlending o private debt, con procesos más ágiles y requisitos más flexibles.

¿La financiación alternativa es más cara que la bancaria?

Depende del producto y del riesgo de la operación. Aunque a veces puede tener un coste algo superior, muchas pymes lo consideran rentable por la rapidez en la obtención de liquidez y la ausencia de trámites complejos.

¿Quién puede acceder a financiación alternativa?

Cualquier pyme, autónomo o empresa puede solicitarla. La clave es contar con facturas, pagarés o flujos de ingresos que respalden la operación. Incluso empresas con historial crediticio limitado pueden acceder.

¿Se necesita aval personal para obtener financiación alternativa?

En la mayoría de los casos, no. Productos como el factoring o el descuento de pagarés se basan en la solvencia de los clientes de la empresa, no en la del empresario.

¿La financiación alternativa afecta a mi CIRBE o historial bancario?

No necesariamente. Algunos productos, como el factoring sin recurso, no computan como deuda bancaria y, por tanto, no aparecen en la CIRBE, lo que ayuda a mantener la capacidad de endeudamiento.